Es una intolerable desesperación desde donde algo del interior quiere reventar, salir por la piel y por los ojos. Escupir verdades tajantes, absolutas… De golpe único y definitivo, estridente, seco; pero liberador. Soltar en esas verdades todo el peso del pensamiento que moldea en mi rostro incómodas expresiones de cansancio.
Crear desde la desesperación. Crear desde el absurdo, de la inquietud extrema y mi falta te paz. Te cambio una gran idea por volver a mi hogar. Arrojo entonces todo el color interno, las palabras que por dentro desgarran la mente, los recuerdos y todo eso que no fue posible.
Aquí voy de nuevo. … encerrada en pensamientos como en la casa, como en la vida y la soledad. Ésta última y primera siempre mía y mi silencio. Otra noche vacía, con hilos que no llegan hasta estas manos cansadas de no empezar. De soledad y silencio esta muralla que me aísla de la idea de mi. Cargo este dolor en la espalda como mi propio peso, puedo sentir como se clava y sube por la espina hasta la memoria, activa recuerdos, daña músculos, daña el alma, solo un poco. La dignidad me quedó en los pies, el espíritu se fue cuando descubrí que Dios era un disfraz del mal para no hacer preguntas tontas. Me quedé sola y sin ganas. Me quedé con tu cuerpo y mis recuerdos, con tu ropa y tu vacío. Mi silencio, el malestar, tus cajones llenos y sin abrir, los míos vacíos y sin mi. ¿Cuál es el camino? He sentido, desde que siento, que esto no es lo que debiera. Mi vida va marcada por una sensación de temporalidad, todo es un mientras, una pausa. Así ha pasado todo el tiempo. De nada a nada. Como s...
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