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tres minutos

Somos al mismo tiempo cada una de las ideas que los otros tienen de nosotros mismos. Habitamos pensamientos y sueños en los que morimos y renacemos según el olvido. Soy todas las imágenes que quieras pero soy en tu mente el recuerdo que te amo, tres minutos y la vida es otra, monotonía y trascurrir de días como cigarros en tus dedos y pensamientos en tus labios.

Tal vez no existo, pero aun me estremece recordar tu aliento con memoria visual o táctil. Caminamos ya por Lisboa y no te has enterado porque eres otra con quien duermo y hablamos de que el color es una ilusión, de que el futuro no existe y ya es tarde mi niña, corre que no llegamos.

Amo que no me necesites y no se si piensas en mi. Vives en mí y eres el color de mi día, encerrada tal vez en una ciudad pero infinitamente libre en mi cuerpo que te piensa cada instante. Camino entre estrellas que tus ojos dejaron por aquí en todo esto que voy pisando. Son mi modo de mirarte y besarte, cada ilusión que se tiene de la realidad, cada realidad según el plano en el que nos encontremos esta vez. Seguir escribiendo una historia interminable bordada con la ilusión (una vez mas) de que te quiero, que esperamos ansiosas que sea febrero para reacomodar esta caja de en que ya no importa si te encontré o me has sorprendido, en que lo importante es contemplarte en mis ojos y que el instante sea este eterno encuentro.

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