Ir al contenido principal

el principio de la ilusión

Quedarse en el principio de lo que sea, implica vivir la ilusión de lo que es el porvenir… pero nunca se llega a vivir tal, puesto que el tiempo nos rebasa apenas estamos conscientes de nuestros pasos. Haciendo exactamente lo mío, llegaste a mi vida preguntando mi nombre y sin buscarme, resulta que me tenías ahí, tuya y enamorada. Eres la idea del tiempo, me veo en ti la mujer que quiero a mi lado. La ilusión consiste quizá en que al transcurrir los segundos, visualizo años o atardeceres en la playa y tu piel. Sentir el viento y tu mirada perdida, una caricia. Sin buscar, encontrarte justo debajo del vientre expuesto al sol, perfecto y eterno. Recorrerte como se recorre el tiempo en caricias y besos, transcurrir en ti las vidas que sean necesarias para saber si estamos equivocadas esta vez, o fue un buen momento para conocerte.

Eres de tiempo, mi tiempo, el que quiero vivir. Ese que pensado hace de los segundos, eternidades a tu lado en desayunos y despedidas, con abrazos y muchas palabras. No sé que seas, no se quién eres. Tampoco es mi intención saberlo, sino vivirte, sea amanecer a tu lado o playa mexicana. Mujer de tiempo que me anuncia, esta es mi oportunidad. Mirarte y no esperar más, saber que la vida es una, que apenas lo menciono y se va, de tu lado, en los océanos que te rodean, en las manos que te acarician. Apenas te pienso y eres ya parte de mi vida. Que fluyes en mis manos como ideas inconclusas. Te deseo justo en este ahora, cuerpo de experiencia y dolor, cuerpo perfecto de tiempo vivido y llorado. Quiero abrazarte por cada vez que pudiste haberlo necesitado, quiero abrazarte por cada vacío. También abrazarte cada vez que pueda. Sentirte junto a mí, en mí, en nuestro sexo cansado de amor o de deseo. Recorrer con mis labios tus recuerdos y el color de tu vientre. Entrar por tus ojos y saber que no hay misterio, sino mujer de tiempo e ironías que sabe la verdad porque la ha vivido. Me veo en ti lo que de la vida, sin esperar, esperaba.

En una carrera hacia la nada avanzamos entre la gente como peces del deseo, siendo a la vez objeto deseante y el deseo de ojos que no conocemos. Nos pertenecemos en planos mentales, nos besamos y hacemos vidas paralelas a las de cada amanecer, trazando mapas ilusorios en los que estoy contigo, en los que puedo verte y tocarte cada mañana. Tu cuerpo es ahora tinta que repaso y cuidadosamente enuncio, para no desgastarlo, para abarcarlo en una sola mirada y quizá en una sola vida. Te sueño, el tiempo es otro. Se mide en encuentros de labios y meses en los que algo como la vida nos va sucediendo. Es relativo tener veinticinco, ser niña o ser tuya. Igual se siente, igual arde el deseo al mirarte, al encuentro de miradas y una mano que bajo la mesa indica rutas del deseo, hacia tu esencia que es la misma que la mía y ahora que lo sabemos quiero regresar a ti y vivir en tus silencios y en tus manos. Volver al beso aquél de esperanza y adiós. Seguir jugando en esta vida que es un misterio tras tus ojos y entender entonces cual es la materia de nuestra existencia. Entenderlo cuando se hace recuerdo e ilusión. Te beso. La historia comienza de nuevo y el porvenir es mar a tu lado.


Comentarios

  1. bellisimo, sutil, que hermosa manera de escribir,cuanta ilusion en esas palabras al saber que tienes al ser amado gracias por enseñar el camino....

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

3:00 am

Hay que salir a las 3:00 a.m. para tomar la autopista antes del amanecer. Duerme un poco, si quieres, yo estaré aquí atenta al tiempo que viene. Te aseguro mujer que estaremos pronto del otro lado del destino. La vida no nos ha dejado atrás, a pesar de la espera, de cada interrupción en los caminos que hemos seguido. Vimos tantas despedidas y encuentros planeados que llegué a sentirme conmovida por la fuerza que el amor lleva en sus artefactos de transporte. Los aéreos son mis favoritos. Susana duerme. Te observo, te pienso. Esa sonrisa que vale cuarenta mil euros, me hace dudar del sinsentido de la vida y la belleza. Aunque bien podría confirmar efectivamente que no lo tiene, que nada lo tiene, que tu sonrisa es tan inútil como mis esfuerzos por querer descifrar al amor y a todas las mujeres en tu modo de caminar. Precisamente por eso me quedo con tu sonrisa, es el placer más grande hecho luz, calor invadiendo mi cuerpo. Entra por el pecho y se expande hacia los brazos (puedo sentir d...

viajes inconclusos

Naufragué en el mar equivocado. No hay cielo, no hay viento favorable Los tripulantes de mi alma abandonaron la embarcación apenas apareció el amor. Perdí mi órbita y la dignidad Un choque fatal con el satélite recién descubierto: la ilusión de tenerte, un accidente, un vuelco en la vida. Amarte fue un acto suicida, un acto de fé que rebasa la física cuántica de mis frustraciones. No hay ya nada detrás de tus ojos, el infinito prometido en un sueño traicionó nuestras expectativas. Mi amor asimétrico y multidireccional se dispersa en destellos de luz insuficiente no hay modo de llegar a ti ni de tocar tu alma llegué a la conclusión de que, sencillamente no existes y que soy la resultante de viajes inconclusos donde se pierden los enamorados ¿Qué sucede con los sueños y los futuros a tu lado?? Una imagen difusa de ti en mis brazos… hacer justo lo que no debía, esperarte, soñarte y construir nuestra casa esa de palabras que mis ojos prometieron cuando callaban. El error fue, desde el pri...

la historia en que te conocí

Te escribo pensamientos sin nombre, emociones y dudas. Subo desde tus piernas hasta tus playas en letras que tienden puentes del amor hacia el deseo. Camino tus orillas y mis manos escriben en tu cuerpo las razones de este ahora nuestro que es amor y tiempo, ausencias y silencio color tu nombre. Busco anclar mi vida a la tuya y me asomo al mundo que desde ahí se dibuja: tú, el mundo en el que siento el vértigo del destino invitándome a saltar. Estoy suspendida en este cuerpo que tiene ahora tu nombre escrito con besos, justo antes de cruzar las líneas que tus palabras claramente trazaron en la cartografía de mi espalda dormida. Navego tu cama que tendrá, según las circunstancias, su propio naufragio en tus orillas de mujer donde he de construir mi casa y he de leer al destino la historia en que te conocí y de un momento a otro fue primavera tu llegada insoportablemente hermosa...