Tengo ya un montón de recuerdos tuyos pero míos, (sobre todo míos). Eres la protagonista de una historia que no sucedió, al menos en este plano existencial. Debo estudiar la teoría de la relatividad, para encontrar el accidente por el que pueda, como en mi sueño, entrar a tu mundo, tu burbuja. Eres Laura y estás lejos. Un salón, palabras, seis o siete horas de distancia en tiempo, otros muchos kilómetros de tierra y agua, dos años de existencia, cinco mundos entre el primero y el que habito. ¿Cómo decir que existes, si no estás, si no existes? Si eres la invención de un personaje. Un gólem con el que platico sobre el amor y la vida, que no ama ni vive un mundo que tampoco es el tuyo. Suerte. No me tomo la molestia, las piezas vienen a mí. Sucesos consecuencia de decisiones acertadas o no, que traen algo tuyo: imágenes, palabras, sonrisas, ironías y miedos. No me atrevo a desearte, menos aún a enamorarme (a estas alturas, enamorarse es el mayor inconveniente). Anticipo la razón a este i
nunca la vida es tan precisa